Siempre
que arrancamos agosto del calendario, aparece el principio del fin.
El
miedo a perder el verano, a perdernos nosotros, la incertidumbre de los nuevos
deseos, la duda de desearte de nuevo y la lista de nuevos propósitos que se
asoman, pero no se dejan coger.
A
seguir viviendo para no dejarnos matar, ni por el tiempo, ni la distancia.
Que no
es lo mismo, que dejarnos morir por los kilómetros y los relojes.
Volveremos
a dejarnos un cuarto de corazón en los andenes y media vida vacía en una cama
de noventa. Vuelve la maleta de los domingos, las cremalleras que no cierran
porque se pillan con la ilusión que ya no cabe entre mis vaqueros.
Vuelve
la ciudad que me ha enseñado a ser y no a existir, viene el otoño para
probarnos lloviendo, para querernos confiando y para vivirnos mandándonos besos
para sentirnos cerca.
Vuelve
la tristeza de los ojos que miran por la ventana cuando algo se aleja. La
nostalgia dividida en un beso de despedida, el retraso de los avances por vivir
de últimas conexiones y los libros en la mesita sobre cómo sobrevivir a un sin
ti.
Empiezan
las prioridades y vendrán las consecuencias a darme las buenas noches. Empiezan
los otoños de almohadas separadas, la prueba definitiva de si es verdad lo que
cuento cuando bebo.
"Me dan a menudo demasiadas ganas de soltarte
este tipo de barbaridades pero corro el riesgo de que pienses que no quieres
luchar por algo que no tiene complicación,
que pienses que sólo merecen la pena
los amores que conllevan algún tipo de conquista (…)
(…) así que mejor sigo así, callado, haciéndote
pensar que no soy del todo tuyo. Seguro que de ese modo no se te van a ir las
ganas de luchar". (Marwan)
Sé que
todavía es demasiado Agosto para estar escribiendo que tengo miedo a
acostumbrarme a ti.
Demasiado pronto para perder el tiempo escribiendo suposiciones cuando podría perder el tiempo diciéndote que me has devuelto (o mejor dicho, que me has quitado) las ganas de no querer otras manos.
Pero nunca nada es demasiado, cuando tú eres más que suficiente.
y tú,
eres demasiado
y con eso,
tengo de sobra.
12 comentarios :
Me encanto!!! Es una entrada bellisima, amo como escribes :)
Me encanto!!! Es una entrada bellisima, amo como escribes :)
Espectacular...
Cruento y bello amor...
que septiembre nunca nos quite la ilusión...
que septiembre no nos quite la ilusión...
Hace tiempo que no te dejo comentarios por aquí, me con esta entrada me has dejado impresionada. No sé el motivo, pero siempre escribes lo que siento en ese momento. ALUCINANTE Agri, nunca dejes de escribir.
Una fiel seguidora tuya desde hace mucho tiempo.
M.
Me ha encantado Agripina, como siempre =) Todas las que estamos fuera pensamos en la distancia justo como la describes. Pasate cuando quieras por mi blog =)Un saludo.
'Empiezan los otoños de almohadas separadas, la prueba definitiva de si es verdad lo que cuento cuando bebo.'
Increíble todo el texto pero me quedo con esa frase.
Guau, pones los pelos de punta cada vez que te leen... Enhorabuena!
Muy bonito tu blog y esta entrada! Si quieres échale un vistazo al mío :)
http://lamoscaenlacolmena.blogspot.com.es/
Un saludo!
Cada una de las veces que he leído esto he pensado: que suerte tiene el cabrón.
Un abrazo fuerte e infinito Agri
Publicar un comentario