1 de agosto de 2012

La vida es lo único que sigue cuando todo pierde el sentido.

En ese cuarto azul empezó el amor como rutina.  Piel pálida ella, y media melena castaña. Su piel morena y sus ojos oscuros le enamoraban cada día.  El tiempo y el fracaso arrasaron con la inocencia de sus vidas cruzadas.
A los quince, un amor que se enciende en octubre. A los diecisiete, un amor que se apaga en un cenicero.
A los veinte, un amor que sigue robándole las noches, y un por qué escondido en dos vidas paralelas.
La vida seguía volando en un reloj. Dejaban de sobrar rincones detrás de esa valla negra. La casa se llenaba de vida y las camas se multiplicaban más rápido que los coches aparcados en la puerta.
Ahora el verano que vuela en el calendario.  Julio, y una cala en la playa. Razones con hielo en un whiskey que borran toda indecisión. Esa copa que cierra los ojos y se deja abandonar con un roce de sus dedos.
Dos cuerpos que se devoran, que sólo respiran para dar un sorbo a una copa y una calada al peta casi consumido en la mesa.
Huele a sudor y a ganas,  al mundo entre sus piernas. El mundo que hace enloquecer con cada lunar desordenado de su espalda.
Dejan el mar atrás, y  acaban cuatro días de seguir creciendo al lado de un corazón parecido al suyo.
Roto de amores pasados, abierto a sonrisas sinceras.
Le siguen creciendo las dudas, le siguen doliendo los ojos oscuros que protegían ese cuarto azul.
Le sigue perdiendo la fragilidad de la vida.
Lo que el césped de ese parque vivía hace un verano que parece que nunca existió. Las miradas que ya no se cruzan y las vidas que se vuelven desconocidas.
Las voces que suenan en casa, la voz que falta y sólo suena en el corazón. 
En este mismo cuarto azul escribo esto una noche de verano.
Piel más dorada que de costumbre y media melena como hace años.  Ya no hay piel morena, ni ojos oscuros por los que mueres de amor.
Han pasado muchos años desde entonces. 
Hay  diecinueve años llenos de personas que importan y se quedan.  Diecinueve años vacíos de los que fallan y se van.
Medio lleno de amor, medio vacío de dudas. Pero siempre, lleno de personas a las que querer. 

4 comentarios :

Anónimo dijo...

Deberias dedicarle una entrada a esos anónimos que te hacen aún mas grande, quizás buscan el minuto de gloria del que tu disfrutas siempre.

Un admirador completamente loco, por ti...

Lucy dijo...

hermoso como siempre!!

Anónimo dijo...

pedro santiago sabe que sigues escribiendo sobre él?

Anónimo dijo...

Que pesados los anonimos que hablan mal de ti. No te preocupes, su envidia es la que te hace mas grande dia a dia. Gracias a ellos se muestra que tú estas sobre ellos, que eres mejor persona. Un beso de una gaditana a la que le encantan tus textos.

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