30 de septiembre de 2013

Tú, mi causa. El tiempo, el (d)efecto.

Cuando se escurre el verano entre el hueco de dos sofás.

Cuando pasan las noches volando,
y respiro fuerte para despertarte sin que lo notes,
y que me abraces.

Cuando parece que nunca va a llegar el día.
Y de repente, te encuentras en el último lunes de Septiembre,
en el primer lunes del Otoño,
y en la recta final de la historia que nos ha regalado el día a día.

Y tú, que has estudiado para curar,
no te haces una idea de cuánto puedes llegar a doler.
Cuando pienso que queda demasiada lluvia por delante,
y poco tú.
Que queda demasiado invierno para tener lejos,
lo único que sabe llenar el vacío que deja irse.

Cuando no hay besos que valgan,
porque sólo hay mensajes que suenan para que se de bien el día.
Y piensas, que se dará lo mejor que se pueda,
y que nunca será lo mejor que se quiere.

Porque hay tormenta y ya no es Julio,
las despedidas ya no vienen con billete de vuelta,
Porque te beso, y sé que tenemos los abrazos contados.

Cuando me pone triste no verte feliz,
cuando tengo que contarte esto,
porque no estoy haciéndote el amor.
Y escribirte, es la única manera que tengo de tocarte.

Y es que todavía te estoy tocando,
Y ya te echo de menos.
Porque todavía no me he despedido de ti,
y ya quiero volver a verte.

Porque tú, eres mi causa.
El tiempo, su efecto.
Y querer ser contigo, nuestras consecuencias.


2 comentarios :

Júlia dijo...

Simplemente precioso :)

Sofia dijo...

Sin palabras, una maravilla! Mi chico se va 3 meses, y es como vos decis. Porque todavia no me he despedido de ti, y ya quiero volver a verte...
Me encanta todo lo que escribes, saludos desde Argentina

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