27 de noviembre de 2011

A eso que llaman amor.

Te he dedicado más de un reglón y menos de cien. He escrito cartas que nunca han salido del cajón de mi mesita. A veces, llevaba una copa de más sólo por si te apetecía aparecer. Te he buscado por lugares que ni siquiera existen y he intentado encontrarte por casualidad. 
Puedes llamar a la puerta, que estoy esperando la historia de un principio lleno de cartas que escribir.
Play.
 
Madrid, un domingo de resaca del 2011.

17 de noviembre de 2011

Para ella.


 
La vida la miró. Le regalo el amor de su vida en forma de barba blanca y ojos verdes.
Le regalaron un instinto especial, un dieciocho de enero y un sí que se convirtió en más de veinte años de besos multiplicados por tres.
La voz que volvía loca a cada mujer que se sentaba a escuchar, era voz de una sola mujer. La del cubata de ron en la esquina de la barra. La que dejaba marca de pintalabios en la copa y sostenía un Marlboro en la mano derecha. La que agachaba la cabeza, levantaba la mirada y en una calada honda sentía el amor que se respiraba en aquel pub.
De madrugada se abría la puerta del tercer piso donde pasaron muchos inviernos. Y entonces sus vidas se multiplicaban por cinco.
Me llamaban la princesa de la casa, pero ella era la reina. Conducía el alfa romeo rojo, se miraba en el retrovisor y se iba al fin del mundo conmigo de copiloto. Realmente, me llevaba al colegio, pero nadie lo hacía con más cariño que ella.
La vida pasaba entre matices y con alguna tormenta imprevista como en cualquier familia.
El rastro de sus cinco vidas se perdió una tarde por la avenida de la pequeña ciudad. El coche lleno de cajas, fotos y primaveras. Y una casa donde pudiera caber tanto amor.
Seguían pasando los otoños hasta que llegó el octubre que nunca quisimos.
Ella ya no fumaba Marlboro y no le hacía falta pintalabios para que sus besos dejaran huella.
Bastaron cuatro meses para que la vida se llevara a su amor. Bastó un otoño triste y una navidad que no era navidad si sólo éramos tres.
Se apagó la voz y la casa se le quedó grande. Le sobraba cama y le faltaba calor.
Todo cambiaba. Los coches aparcados en la puerta y el olor de su perfume.
Seguían sobrando rincones, seguían faltando sonidos.
Y pasaron dieciochos de enero y veintiochos de octubre. Pasó de todo hasta que decidió vestirse de domingo y darse a la fuga. Salió el sol, esta vez por el ombligo.
Decidió montarse en esa moto, acelerar y darse cuenta que la vida le había devuelto ese trocito de amor que le faltaba.

P.D: Te quiero.

15 de noviembre de 2011

Introducción al otoño de la capital.

El sonido inconfundible de la alarma de la blackberry. Amanece Madrid. Se retrasan los despertadores y se adelantan las ganas de encontrarte. Lunes, martes, miércoles y para de contar. Días de diario y rutinas que se hacen de noche. Que si no te tengo, te invento. Y si no te invento, te olvido. Tacones en noches ebrias y taxistas sobrios que intentan no reírse. Obsesionarme de ti sí, pero de él no. Treinta metros cuadrados y seis cuerdas de guitarra. Canción, cascos y un paseo por alberto aguilera. El bar que hace esquina con Bilbao y el concierto de después. Fuencarral en primavera y Gran vía en navidad. La plaza mayor en invierno y ese parque que guarda un secreto.   
Madrid y yo buscando un amor, y el amor escondido en una boca, quién sabe si de metro.

12 de noviembre de 2011

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Pasar, no pasa ni el tiempo. No pasa nada si pasa de todo. Y si pasa de todo, haremos como si nada
Por decir, te diré que tengo ganas de tus ganas, de decirte venga y que me digas vale.Que me hables en mayúsculas de excesos y cristales empañados. 
Saber, sabía poco de ti por aquel entonces. Que eres más de rotos que de descosidos. 
Que eras más de impulsos que de casualidades.
Y por hacer, harías mil historias de noche, pero de noche no me harías el amor.
Perder, no perdí ni los pantalones. Perdí la cabeza y más tarde, te perdiste .
Que eres obsesión. Que fuiste julio y eres noviembre. Que si por alguna casualidad apareces mañana, te diré que yo soy más un descosido que un roto. Que las casualidades existen.
Que estás a un vestido y media cremallera de seducirme, y que te dejo que me cuentes mil historias si después me haces mil veces el amor.
Tú di vale, que de los cristales empañados, ya me encargo yo.

8 de noviembre de 2011

más bonita que ninguna.


siempre sin frenos, como Margot.
"Las personas pequeñas que hacen cosas grandes. Como ella.
Apareció un día de septiembre en tu vida y a partir de ese momento, tu vida fue todos los antónimos de la palabra cordura. De Ríos Rosas a Bilbao. De Valdepeñas a Coruña. De Madrid a Londres. Sin parada para coger aire. Pero solo si es contigo, como decíamos. 
Ella es siempre la última en abandonar la fiesta. La que con una mirada hipnotiza, con dos enamora. La que siempre está y la que nunca falta. Con ella tienes más de un millón de historias buscando los lugares de los que hablan las canciones, bebiendo la ciudad de un trago y sin respirar. Y las noches se hicieron inolvidables al lado de amores efímeros y besos letales. Y las lágrimas desaparecieron cuando apareció ella. La mejor compañía para planear el asalto al mundo en los cafés de Tribunal, para perderse en los aeropuertos, para amanecer charlando con cara de locos, para dormir en el metro, para coger aviones. Para hacer noche en un coche. Para hacer guardia en la puerta del Costello hasta que sus amores imposibles salen a echar un piti. Y guiñan un ojo en la distancia. Como superhermanas que bailan en La Latina. Comiéndose la ciudad con su sonrisa a cada paso. Como si mañana no existiera y hoy fuera a durar para siempre. Madrid no sería mágico sin ella. 
Ella, y sus maneras de Brigitte. Bebiendo whisky y bailando Sweet Jane
Y por las noches, en la zona de mimos, deja huellas dactilares de sexo sin amor en cada sábana. Pero el corazón le pica cuando hay luna llena y los gatos callejeros aúllan en los tejados, y le sale el amor que pudo ser y no fue por los poros. Por las 7 vidas que aún le quedan. Como el ángel que la cuida desde arriba. Por eso con ella a tu lado, lo difícil se vuelve fácil. Like a rolling stone. Lo imposible no existe con ella. Y se pone guapa delante del espejo las noches que toca viajar en sidecar, y se pone nerviosa. Y se pone fan, fan fatal. Con ella saltas en las primeras filas desde el día en que la conociste. Y os coméis el mundo o pasáis la tarde en velero. Con ella apareces sin dormir en la facultad después de la mejor noche de tu vida número cien. Con ella subes de dos en dos las escaleras del metro compartiendo auriculares. Las calles de Madrid callan, cómplices, historias prohibidas y cuadros de los que no se pintan, se dan. Secretos en cada rincón. Saltos de alegría al doblar las esquinas. Los mejores recuerdos de los últimos 15 meses son aquí. Son con ella.
La chica fácil más difícil de coger de la gran ciudad cumple diecinueve primaveras. Dos conmigo. Tres millones las que nos quedan.
Felicidades.
Te quiero".
6/11/2011 el día en el que ella me escribió el texto más bonito del mundo. 

1 de noviembre de 2011

Éramos nada y demasiado.

Es eso que se siente cuando te subes al tren y te das cuenta que has dejado tu vida a la mitad.
Que no puedes volver, pero que puedes bajarte en la próxima parada si supieras con certeza que alguien irá a buscarte.
Que llevas la tarde sentada en ese bar de madera removiendo el mismo café. 
Que el mundo gira en tu contra, pero con ellas se hace más fácil
Es un martes convertido en domingo. Es el tiempo que pasa mientras ella espera que sus ojos coincidan. 
Fue un final que se convirtió en principio. Fue un principio que se preguntaba sobre qué será de lo que somos o de lo que nunca hemos llegado a ser.
Tal vez sólo busco una casualidad. O una vida que compartir. 
O mejor dicho, sólo espero una casualidad que me cambie la vida. 
Sea lo que sea, este texto sigue siendo para ti 
y para ellas, porque las quiero muchísimo

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